Vistas de página en total

lunes, 4 de julio de 2011

Hace unos pocos años, causó sensación el anuncio que en Valsequillo, Puebla en México central, se descubrieron algunas huellas cerca de un pequeño volcán. Las huellas se atribuyeron a pisadas humanas y además se les dató (fechó) en unos 40 mil años. Las reacciones no se dejaron esperar. Especialistas de varios campos se presentaron al sitio para examinar de cerca las pisadas las cuales se produjeron en un deposito de lapilli, material volcánico expulsado mediante fases explosivas.  Estos depósitos son empleados actualmente para obtener material de construcción en forma de cuadrados y se colocan en fachadas de casas.
Las huellas causaron polémica, sobre todo por los fechamientos que no corresponden a la teoría sobre la antiguedad del hombre en América.  Llegaron algunos especialistas de universidades norteamericanas y determinaron que el deposito de lapilli tenía una edad de 1.7 millones de años, lo cual haría imposible que las huellas anunciadas por un equipo  de investigación inglés, fueran producidas por pisadas humanas. Anteriores investigaciones, no obstante, han revelado que en toda la región han habido varias erupciones, entre otras las del volcán La Malinche 4461 msnm.  Los ingleses respondieron que sus fechamientos eran correctos y anunciaron el empleo de mediciones de radiactividad remanente y cristales embebidos en el material volcánico que daban una fecha correcta de 40 mil años y que las huellas, en efecto, fueron producidas por el deambular humano por la región.
Con un grupo de amigos, visitamos la zonas, después de dedicar varias salidas para ubicar el sitio y otros que encontramos posteriormente y comenzamos a realizar algunas observaciones. En efecto, por más que digan que el volcán tiene una edad de 1,7 millones de años, la geomorfología y el deposito no muestran una edad mayor que la asignada por los ingleses. La controversia continúa y aquí, sin inclinarnos a uno u otro lado, ofrecemos algunas imágenes de las pisadas atribuidas a hombres y mujeres que quizá caminaron por la región hace unos 40 mil años.